Pierre y Blandine regentan este magnífico domaine al pié del Pic Saint-Loup, con casa
de huéspedes incluida. Es una pequeña bodega histórica que remonta al siglo XV, en la que diferentes familias han desarrollado una actividad agrícola centrada en el cultivo de la viña.
Con mayoría de suelos arcillo-calcáreos y pedregosos de donde sale el vino Violetta, esta región vitícola del Languedoc es un paraje natural de clima cálido pero con influencias continentales que llegan a través del valle del río Hérault. Se desarrollan allí garnachas, cariñena, syrah, alicante, rolle y clairette entre otras locales.
Su manera de vinificar acompaña una ambición esencial: buscar el equilibrio, la finura y el fruto mas que la potencia extractiva. Son vinos pues bebibles que no buscan perpetuarse en marca sino adaptarse a las condiciones de cada añada.
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